El problema sobre el Muelle de Pesca en Transporte Público y Equidad

Alguna vez has escuchado a alguien decir: “¿Porqué el transporte de ellos es mejor que el nuestro? ¡Nosotros también nos merecemos algo así en nuestro barrio!

Pero, ¿Esta demanda tiene sentido siempre?

Imagina una ciudad sobre un lago o un océano, donde los barrios aledaños a las orillas tienden  a tener mayores recursos que aquellos más alejados del agua. En esa ciudad hay un plan para construir diferentes muelles de pesca pero todos están en los barrios con mayores recursos. ¿Acaso no es esto injusto?

Creo que ustedes dirían que no, porque los muelles para pescar sólo sirven si están sobre el agua. Si a ti te preocupa la equidad, quizás propondrías un proyecto que acerque a las personas que están más lejos de las orillas a los muelles para pescar, pero no apoyarías a una autoridad elegida a que construya un muelle en un barrio sin orillas ya que no sería un proyecto útil.

En resumen, el punto no es que haya que distribuir equitativamente muelles de pesca, sino que hay que distribuir equitativamente la capacidad y acceso para pescar.

En el mundo del transporte, cuando alguien inventa algo nuevo y reluciente siempre escuchas al resto de la ciudad decir “¿cuándo nos tocará a nosotros algo así?”. Vas a escuchar esta exclamación relacionada con todo, desde el metro hasta los buses de transporte rápido (BRT), hasta las pequeñas vans que llegan a la puerta de tu casa. Enormes cantidades de dinero se gastan impulsadas por este mismo principio.

El patrón típico que se genera, usualmente va de la siguiente manera:

  • Se introduce una cosa x en una o dos partes de la ciudad donde tenga sentido (¡Construyamos un muelle para pescar en la orilla del mar!)
  • Otros barrios demandan lo mismo excusándose a menudo en que es injusto o inequitativo que no lo tengan. (¿Porqué mi barrio que queda lejos de la orilla del mar no tiene un muelle para pescar?)
  • A menudo esa cosa x nueva y reluciente se construye en esos barrios que la demandan pero que no la necesitan, a pesar de que no funcione ya que su geografía no es la adecuada para dicha cosa x. (Se construye un muelle para pescar tierra adentro, pero nadie lo utiliza para pescar ya que está sobre la tierra y el pasto).

El marketing de nuevas tecnologías o proyectos de transporte empeora este problema. Entre más publicitas cuan diferente y mejor que los buses normales son los nuevos sistemas de BRT o de metro, más personas se enojarán por tener solamente su sistema de buses normales. Esto genera presión política para traer la nueva y reluciente cosa x a un lugar donde no se necesita y donde no funciona bien, lo cual genera la sensación de que esta cosa x no sirve para nada.

Para obtener la mejor movilidad y transporte tienes que usar la herramienta que funcione mejor con tu propia geografía, sin importar si difiere de lo que funciona bien en otros lugares.

Así que quizás no tiene sentido distribuir equitativamente esa nueva y reluciente tecnología x. Lo que sí tiene sentido es distribuir la habilidad de ir a muchos lugares rápidamente en transporte público.

¿Cuan diferentes serían nuestros debates sobre el transporte si hiciéramos esto?

 

 

(Traducido por Daniel Lanfranco Sagaris.)